Empecé a trabajar el 20 de julio del año 2000. Tuve una reunión con el Dr. Bosco y enseguida me llamó para que empezara. Hago horario de 9:00 a 20:00 hs, pero no me molesta si a veces me tengo que quedar hasta las 20:30 hs.
Me parece que él pudo ver en mí que no me ando mostrando de aquí para allá con esas polleritas cortas o escotes pronunciados como esas tilingas,...las del piso de abajo que se la pasan sarandeando esas piernas inquietas...pero así duran eh...son rapiditas hasta en su trabajo, más de 2 meses no duran, ya lo se, las tengo vistas...
Por eso cuando las veo en la fotocopiadora o en el comedor apenas hablamos. Yo prefiero comer sola y no fingir ese tipo de relación de índole laboral donde basicamente se habla de criticar a tal u otro abogado del estudio. Me parece nefasto y además yo jamás podría hacerle eso al Dr. Bosco. Él ha sido siempre muy correcto conmigo y así debo ser yo con él.
El primer día que empecé a trabajar me explicó cómo le gusta el café y así se lo preparo tres veces por día: cortado pero con más leche que el cortado común y dos cucharitas de azúcar.
Y así se lo sirvo cuando llega a eso de las 10 am, después de su almuerzo, masomenos a las 14 hs y un poco antes de irse a las 19:30 hs.
Antes de cada reunión viene y me consulta por una u otra corbata...para asegurarse de cuál le queda mejor...pero él es tan sobrio y elegante que casi todo le queda impecable... Aunque cada tanto está a punto de meter la pata con la combinación ahí intervengo y le digo: "Dr. esa la va a hacer más dintinguido", y me hace caso.
He llegado a hacerle algún que otro ruedo en un santiamén antes de que tenga una reunión, no sea cosa que aparezca arrastrando un pantalón...
Todas las noches antes de irme a dormir, me imagino el momento en que se de cuenta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario